ODA al zapatero laborioso y erudito: Buenos Aires shoemakers by Jimena Peck

 “Cada año la moda destruye lo que ha admirado y adora lo que ya está por destruir” Roland Barther.

La volatilidad de la moda berreta, que muere cada temporada antes de que podamos sentirla en su esplendor, ha hecho que el mercado zapatero haya tomado un vuelco de dirección: los zapateros de oficio en sus talleres y los diseñadores lidiando con el mundo hostil del afuera. Años de prueba, error y decepción, han hecho que a los zapateros tradicionales de Buenos Aires no les interese estar en el centro de la tendencia: ese mundillo está muy contaminado y en sus pequeños talleres todavía logran mantener esa pureza orgánica del trabajo artesanal que supo conquistar sus corazones.

Este proyecto es una oda visual al zapatero: al laburante, dedicado y erudito; Al creador desinteresado de la fama, haciendo magia en sus remotos talleres, alejados de las luces y los flashes.

Una Oda al trabajo reivindicador y al oficio salvador. Al labor que da orgullo al crear y al trabajo que dignifica cada amanecer, tanto,  que se vuelve un hábito del cual, vaya la redundancia, ya no se puede volver.

Una oda a la comunidad de una industria que pese a las mareas impredecibles de inflación, recesión, corralitos y patacones supieron forjar una orgullosa industria nacional del zapato.

A la honra de hacer algo con tanta dedicación y amor que no existirá máquina en el planeta tierra que te pueda suplantar. Porque la sensibilidad y el ojo de un zapatero, no hay máquina que pueda mimicar. Los zapateros dominan sus maquinolas sin miedo a perder el control, no hay nada que ellos no sepan y amen arreglar. Es parte: lo que se rompe, se repara. 

Cada puntada y cada tijeretazo son parte del engranaje de una meditación orquestada por un diseñador, quien tiene su séquito de cortadores, aparadores, armadores y empaquistas trabajando en una armonía meticulosa que pocas industrias pudieron lograr.

Algunos gorriones, máquinas y tangos invaden los talleres de una melancolía sencilla y mecánicamente armoniosa. 

Hay en estos personajes un hilo conector: son todos mini planetas independientes, con sus propias reglas y amores, donde exploran sus fantasías que a su vez son parte de una galaxia mucho más extensa.

Orgullosos de ser independientemente dependientes de esa grandeza, que los guió para formarse con la humildad del oficio. Personifican y confirman la teoría de lo que lo que se mama, no se hereda pero con eso se crece y se evoluciona, y muy probablemente, se muere. 

¿O existió alguna vez un zapatero que no haya muerto haciendo zapatos?